Es un paraiso, o a mi al menos así me lo parece. Estoy hablando de Almería y más concretamente de su gastronomía, rica, variada, casi infinita como corresponde a toda tierra de fusión que lucha por no perder sus identidades. Y hablo en plural porque plurales son sus tierras e influencias. Existe una Almería murciana y una Almería andaluza e incluso por su contacto noroeste una Almería casi manchega. Pero existen también la marinera y la cortijera, la de interior y la de costa, y la mora y la gitana y la romana.
Aunque tantas influencias dan lugar a un variadísimo mosaico de platos tradicionales y de productos autóctonos, hay un lugar común para todos ellos en el que confluyen los naturales del lugar y los que tenemos la suerte de llegar a conocerla, la tapa.
Esta costumbre tan extendida por toda la geografía nacional alcanza en Almería cotas que marcan al resto de España un nivel de excelencia. Si, es cierto que la tapa es famosa en otras ciudades, Sevilla, San Sebastián, Cadiz, casi cualquiera que podamos nombrar por no pararnos en pueblos, ventas y bares dispersos, pero en Almería la tapa, en general, es de alta calidad, de generoso contenido y siempre, siempre, incluida en el precio de la consumición, hasta el punto en que muchas veces he pensado si te cobran la tapa y te regalan la bebida.
Por un precio moderado, entre 1,50 y 2,50 € por consumición, cualquier ciudadano tiene acceso a unos pescados o mariscos del día, a un escalope con huevo frito, unas migas, un plato abundante de arroz, callos, caracoles, patatas bravas, trigo, berza, un cherigan(*), un tabernero(**), una fritada, un ajo blanco, o casi cualquier cosa que la tradición gastronómica antes invocada o la imaginación del tabernero haya concebido. Y la bebida.
Locales de toda la vida y nuevos compiten por disponer del mejor producto, de la mejor elaboración, de la tapa más abundante, para hacerse con los favores de un público ya experto y al que es difícil ganarse salvo con constancia y calidad. La Charka, Casa Puga, Kiosco Chirivía, Nevada, Torrespaña, El Quinto Vino, Al Haud, Mesa España y tantos otros que desconozco por la imposibilidad de entrar en todos, son algunos de los que estan presentes siempre que hago una visita a la ciudad
Es fácil por tanto por menos de siete euros haber disfrutado de un par de consumiciones con su tapa y una tapa extra y volverte a tu casa habiendo comido en una cantidad suficiente tirando a abundante, tan variada como hayas deseado y de alta calidad. Lo dicho, un paraiso.
(*) Cherigan: tapa creada en el Colón, consiste en una rebanada de pan tostado untada con ali oli que incialmente se conplementaba con ajamón cocido y que en la actualidad se hace de casi cualquier cosa.
(**) Tabernero: fritada de tomate pimiento y cebolla sobre una rebanada de pan.
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