Permítaseme la chanza, pero analizadas las similitudes no he podido evitarlo.
Debatía hace poco con empeño con un cocinero sobre el origen del gazpachuelo y explicaba que parecía ser un plato itinerante con origen en cierta zona de Sevilla y que se enriquece al llegar a Málaga incorporando el pescado. Y sostenía esta impopular versión por una simple cuestión de sentido común. Es más fácil imaginar, como sucede con el ajoarriero y otros manjares que han hecho camino, que la composición original va incorporando productos propios de la zona a la que llega que la contraria de que va perdiendo sustancia en su recorrido.
Vino en mi auxilio entonces al recordar que el mismo plato pero con el nombre de sopa mahonesa existe también en Almería y tiene los ingredientes de la versión sevillana - el gazpachuelo en Almería es otra cosa totalmente diferente-. Si hay dos lugares que tienen una composición muy semejante y otro que tiene una versión enriquecida el sentido común nos lleva a una conclusión. Conclusión que no tendría por que ofender a nadie.
También es verdad que ciertos manjares al viajar caen en manos de desaprensivos que cambian sus ingredientes, sus técnicas y aún, y más grave, la calidad de los productos utilizados. A estos es a los que yo denominos O.C.N.I. (Objetos Comestibles -o no- No Identificables). Por ejemplo, por ejemplo... ciertas "paellas" para guiris cuya única coincidencia con el original es el color del arroz.
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